Futuro y música

La educación musical en España se encuentra en un momento de cambio. Está evolucionando más allá de la formación académica tradicional para abarcar nuevas perspectivas y tendencias, como el uso de tecnologías digitales, la inclusión de otros géneros musicales y estilos no académicos, así como el desarrollo del pensamiento creativo.

La escuela pública española también ha empezado a incorporar programas que fomentan la participación activa en actividades artísticas y culturales. Estos programas tratan de promover un aprendizaje significativo a través del arte con un énfasis particular en las áreas relacionadas con la música. Se podría decir que el futuro de la educación musical en España se centrará principalmente en dos aspectos: por un lado, mejorar los recursos disponibles para los maestros (formación continua), junto con su capacidad para difundir contenidos innovadores; por otro lado, ampliar el acceso a actividades musicales extracurriculares para todos los alumnos sin importar su situación socioeconómica o etnia.

El objetivo sería ofrecer experiencias auténticas e inspiradoras dentro del ámbito educativo mediante talleres prácticos dirigidos por profesionales calificados además de incentivar proyectos colaborativamente entre estudiantes y docentes.

La visibilidad de los músicos en el ámbito de la música clásica en España es un tema complejo debido a que hay muchas variables implicadas. Por un lado, está la cantidad y calidad del material producido por los compositores y artistas; por otro, hay factores como el presupuesto para promocionar su trabajo (por ejemplo, conciertos gratuitos o giras) o las redes sociales. Además, existe también la influencia de otros actores como críticos musicales, productores discográficos y programadores de eventos.

Todos estos aspectos contribuyen a determinar qué músicos son más visibles dentro del ámbito nacional e internacionalmente. Aunque es cierto que hay algunos músicos clásicos reconocidos internacionalmente, la mayoría de ellos tienen que luchar para conseguir visibilidad.

La música clásica y moderna juegan un papel importante en la educación musical en España. Aunque los dos estilos de música se han desarrollado a lo largo de varios siglos, cada uno ofrece diferentes beneficios para los alumnos. Estas diferencias pueden ser identificadas al analizar el contenido, el proceso de aprendizaje y las habilidades que se adquieren con cada estilo.

En cuanto al contenido, la música clásica tiene un enfoque tradicional basado principalmente en compositores europeos del pasado. Se centra específicamente en la teoría musical, técnica instrumental y lectura de partituras. Por otro lado, la música moderna abarca géneros mucho más amplios e incluye elementos relacionados con otros ámbitos artísticos como el baile y el teatro. El énfasis aquí está puesto sobre aspectos tales como la improvisación creativa y las habilidades prácticas para tocar instrumentos electrónicos u otros nuevos dispositivos sonoros digitales.

En cuanto al proceso de aprendizaje hay diferencias significativas entre ambas disciplinas musicales: La mayor parte del trabajo asociado a la composición clásica es individual perfeccionando rutinas mediante ensayos cotidianos en casa; por contraposición el trabajo musical moderno normalmente se realiza en grupos de forma colaborativa potenciando actividades interactivas entre los participantes durante las sesiones académicas regulares. 

Esto contribuye a mejorar la habilidad para pensar y trabajar en equipo y desarrollar un sentimiento de responsabilidad colectiva bien alto entre los alumnos a cargo de creador sus propias músicas y compartirla con el resto de la clase y con la profesión musical en cualquier ámbito professional que pudiesen desarrollarse una vez finalizada la etapa educativa formal. Además, también se benefician las dos disciplinas musicales manteniendo su propia identidad cultural y contribuyendo a la comprensión de escuchar del discurso histórico complejo que las hace indispensables para el desarrollo musical y social del ser humano.

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